Entrevista a Valeria Colman, jugadora del Club Nacional de Football.
Líder dentro y fuera de la cancha, así se percibe a Valeria mientras conversa sobre su primer acercamiento al fútbol: la invitación a una canchita de tierra donde se despertó el interés de la zaguera que cumpliría el hito de ser una de las primeras mujeres en firmar un contrato profesional en el club donde además, lleva la cinta de capitana: el Club Nacional de Football y también en su momento, de la Selección. Hoy es Licenciada en Educación Física, continúa defendiendo al equipo tricolor y está al frente de la categoría sub 16 femenina como Directora Técnica. Su entrevista forma parte de la expedición del año: “Mujeres con cancha”.
En el fútbol, generalmente el salto competitivo se da desde el club y luego llega el “llamado” a la Selección. En el caso de Valeria ocurrió lo contrario: “Me acerqué a un campeonato donde elegirían jugadoras para representar a la Selección y quedé. Ese fue mi primer acercamiento a la competición federada, entrené y jugué sin haber estado en un equipo habilitado por AUF”. La espera le valió un año, tras su corto paso por el equipo Artigas del Sauce. Hasta el 2009 cuando Nacional, impulsor del fútbol femenino, realizó un llamado para su equipo principal.
La implementación del baby fútbol mixto es una de las características más positivas para la zaguera a pesar de no haber transitado esta instancia: “Al poder entrenar a nenas chicas te das cuenta de cuáles ya vienen jugando en baby fútbol por su experiencia motriz, la técnica y su formación que seguramente, va a ser mucho mejor que la de una jugadora más grande”. Sin dejar de lado la apertura familiar al permitir que más niñas se acerquen a este deporte como cualquier otro y a su vez, la disposición de clubes y escuelitas para generar más espacios de la mano de políticas de inclusión impulsadas por AUF.
Una adecuada práctica en los primeros años marca posiblemente un camino a la profesionalización pero de esta palabra se desprenden dos conceptos: “La profesionalización puede darse porque tenés un sueldo, sos profesional porque te pagan, cosa que sucede en el fútbol masculino, dónde hay un mínimo salarial y si cobrás menos de eso no lo sos. Por otro lado, está la manera de ver la profesionalización, sobre todo en el fútbol femenino que está en desarrollo: en el ámbito que te movés, en el que practicás, qué recursos tenés, los recursos materiales y humanos con los que contás. Hoy esa profesionalización en el país pasa más por los recursos que tenés ya que se genera una mejor práctica y desarrollo. Después sí podemos pasar a hablar del rédito económico en el fútbol femenino”.
La organización gremial surgida en un viaje con la Selección trajo un respaldo institucional que también es parte del camino y así lo reconoce Valeria tras la inclusión de un Departamento de Fútbol Femenino en la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales (MUFP) a pesar de que aún la mayoría de las afiliadas sean amateurs: “Siempre tuvimos el apoyo de profesionales jurídicos, médicos, como si fuésemos parte de la Mutual. Desde la creación del departamento hay una compañera que está allí presente y trabaja por el bienestar del fútbol femenino y las jugadoras. Ya que la mujer se debe formar para vivir y hacer deporte, aprovechamos esta inserción para impulsarnos desde ese lugar”.
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